Aunque nuestro mundo 2.0 esté lleno de mamás que apoyamos la lactancia materna, no es esta la actitud reinante en el día a día. Por eso quiero unirme la Semana Mundial de Lactancia Materna que organiza la WABA bajo el lema "Apoyo a las madres que amamantan: cercano, continuo y oportuno".
Las madres que amamantamos tenemos la suerte de que la lactancia materna cuenta con representación en las redes sociales, en grupos como los organizados por La Liga de la Leche, entre el personal sanitario... Pero ¿dónde está el apoyo CERCANO? Mientras no seamos más las mamás lactantes "convencidas" seguirá faltando ese hombro al que arrimarte cuando te asaltan las dudas o te pueden los comentarios de las personas a las que quieres.
Ya conté aquí cómo fue nuestro comienzo de la lactancia. Afortunadamente es sabido por (casi) todo el mundo que lo mejor para los recién nacidos es la leche materna y en los inicios quizá era pesado escuchar otra vez a tu tía eso de que hay que ponerlos quince minutos en cada pecho o a tu suegra que si hay que dejar pasar al menos 2 horas entre toma y toma, pero al menos todos remábamos en la misma dirección: la teta es lo mejor.
Pasan los meses y pasan las grietas, los dolores, las dudas de los primeros días. Aprendemos a pasar olímpicamente de quien nos dice que quizá tu leche no le hace bien a tu hija y por eso vomita y de la amiga que nos sugiere que ante tu inminente vuelta al trabajo deberías introducir biberones. Porque a todo aprende una. Y por fin disfrutamos, esto de la lactancia va rodado. O casi.
Nuestro bebé cumple los 4 meses y el apoyo inicial comienza a esfumarse. Los pediatras comienzan a recomendar cereales porque va muy floja de peso, la suegra está deseando que su nieta tome biberones para que mamá no sea tan imprescindible, otras mamás preguntan si ya toma papilla de frutas,... Y yo me pregunto qué parte de la frase "lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses" no queda suficientemente clara, a unos y a otras.
Gracias a muchísimas madres que lo han peleado lo normal hoy en día en España es amamantar a los recién nacidos, o intentarlo al menos. Amamantar es algo que se aprende y cada vez hay más medios (aunque siguen sin ser suficientes) para conseguir ayuda si existen problemas al iniciar la lactancia. Pero tal y como muestran las estadísticas la lactancia se abandona enseguida y son muy pocos los bebés que cumplen los 6 meses y siguen siendo amamantados por sus madres. Y menos aún con lactancia materna exclusiva.
En nuestro caso, mantener la lactancia materna exclusiva está siendo fácil, muy fácil. Tenemos una gran red de apoyo: los abuelos maternos siempre tienen un aplauso de reconocimiento para mí como mamá lactante y unas bonitas palabras para su nieta y lo bien que se está criando a la teta (esté en el percentil que esté), el padre rema en la misma dirección, vivir en una gran ciudad hace posible conocer a otras mamás lactantes que ya pasaron por esto y el mundo de la blogosfera maternal verdaderamente te hace sentir acompañada.
Me doy cuenta de la ayuda y el soporte que me supone esa gran red de apoyo para seguir amamantando sin dudar de si podría hacer algo mejor por mi hija ¡aunque amigas o familiares me bombardeen con los malditos cereales! Por eso creo que el apoyo CERCANO, CONTINUO Y OPORTUNO a las madres que amamantan es fundamental, la leche materna debe ser el alimento principal de los bebés hasta al menos el año de edad y todos debemos acompañarlas en ese camino que a veces puede hacerse cuesta arriba.