jueves, 19 de noviembre de 2015

Nos vamos a ver Loba

No sé si será la idea que me ronda de un nuevo embarazo o que siempre me ha gustado leer, ver y escuchar relatos de partos, pero desde que vi que llegaba a Madrid la película Loba, ando como loca por verla.

Loba es el primer documental sobre parto natural, un viaje para descubrir la atención al parto en España, Francia, México y Cuba, entendiendo por qué y cómo hemos ido evolucionando hacia un parto cada vez más medicalizado. 





SINOPSIS: "¿Es posible parir de forma natural en un mundo tan artificial?" Cada vez más difícil: en el mundo se realizan 20 millones de cesáreas al año, más del doble del 15% recomendado por la OMS. A partir de los testimonios de sus pacientes y de sus amigas parteras, Catherine, curandera y osteópata, nos invita a recorrer Francia, Cataluña, México y Cuba, en un viaje para comprender de una manera íntima cómo se vive el parto hoy en día.








Está prevista su proyección en Madrid el próximo domingo 29 de noviembre de 2015 a las 18h en los Cines Dreams.
Las entradas se reservan aquí y cuestan 7 € ¡yo ya tengo la mía! Pero necesitamos reservar 70 personas para que se proyecte. ¡¡Aún faltan 43!!

¿Te vienes?



sábado, 25 de abril de 2015

Volando hacia la maternidad consciente

Todo empezó con un correo electrónico de una lista de madres. Un clásico: 
Mi hijo de 13 meses me muerde el pezón al mamar, ¿qué hago?
Ante esta llamada, muchas respuestas de madres (entre ellas la mía) respaldando que había que enseñarle que eso no. Que hay que enfadarse o retirar el pecho para que entienda que nos duele. 

Entre todos los correos llenos de soluciones más clásicas, llegó otra idea, diferente a las demás, ¡casi loca para mi mente de ingeniera! 

Le decía a la mamá que, más allá de cómo gestionar ese mordisco, nada les ocurre a nuestros pequeños que no tenga relación con lo que nos sucede a las madres. Ojo, sin culpas ni auto-reproches, porque todas somos supervivientes.


Aquello símplemente se quedó en mi cabeza y empecé a percibir que a veces estoy agobiada y casualmente mi hija tiene una mala tarde  (esas tardes que están insoportables), o siento una soledad tan intensa que quisiera llorar a solas pero mi hija ese día me demanda más que nunca... 

Como decía, allí quedo aquel correo, y pasaron los días y los meses.

Mucho más tarde me encontré yo misma en una situación parecida. Un mordisco. Y aquel correo vino a mi memoria, rebusqué, lo encontré y escribí a Andrea. Y conocí su proyecto de Consciencia Madre, las reuniones de crianza diferentes a las que conocía, los libros de Laura Gutman, conocí (de pasada, aún no somos muy amigas) a mi niña interior, vislumbré mis límites (que sobrepaso sin darme cuenta),...

Lo más sorprendente fue que a partir de entonces, por casualidad, se me iban apareciendo oportunidades de poner conciencia en ámbitos muy distintos a la crianza.

Y así empezó mi vuelo hacia la maternidad consciente (o más bien hacia la persona consciente). Un camino en el que tratamos de quitar etiquetas, desmontar mitos y remover mis entrañas. 

Y comencé a entender que aquí no hay correctos o incorrectos, ni debate teta vs biberón. Que esto es una cuestión casi física, de vasos comunicantes: si estoy vacía no tengo nada que darte.


jueves, 12 de febrero de 2015

La culpa de las madres que trabajamos fuera de casa

Seguro que alguna vez has sentido dolor en el corazón por dejar a tu hijo al cuidado de otra persona mientras trabajars. Ese dolor (que yo siento día tras día) me hace preguntarme si son incompatibles trabajo y maternidad

Maternidad entendida amimanera, obviamente.

Hoy me encontré con un texto de Laura Gutman titulado "El hecho materno y el trabajo" que me vino como anillo al dedo, me ha dado un pequeño respiro en esa culpademadre por no hacer las cosas como una cree.

¿Te da pereza leerlo? Te hago un resumen rápido a ver si a ti también te remueve y, ¿por qué no? te alivia:

El artículo reflexiona sobre lo verdaderamente importante en la crianza de nuestros hijos: dedicarnos a nuestras crías sin carencias afectivas, bien llenitas emocionalmente para poder nutrir su alma además de sus estómagos.
Dice Laura "el problema no es el trabajoEl problema es la vuelta a casa."
Cuando llega el momento de dedicarnos a nuestros hijos (sea el día entero o sea por la tarde, a la vuelta del trabajo), tenemos que estar dispuestas a nutrir a otro. Si no contamos con un buen soporte emocional, cuando estemos al cuidado de nuestras crías "Los mensajes de texto recibidos cobrarán prioridad, al igual que las compras en el supermercado, la depilación postergada, el encuentro con una amiga o el trabajo atrasado de la oficina, que crecerán al punto de inundar con su aparente urgencia los rincones de nuestra discapacidad emocional."


Si entendemos que el trabajo es un lugar de "cargar pilas", donde desarrollamos un actividad visible y reconocida socialmente (aunque no siempre por nuestro superior), maternidad y trabajo sí son compatibles.

No sé a ti, pero a mí me cuesta reconocerme en la frase que dice "el trabajo suele ser un lugar de nutrición y bienestar para nosotras". 

¿Cómo va a ser un lugar de bienestar ese sitio al que voy solo porque me pagan? 

Hay que ir más allá y si bien el bienestar no es inmediato, es cierto que las mujeres trabajadoras tenemos reconocimiento social por ser productivasse alaban nuestros madrugones, nuestra capacidad de aportar un sueldo,  incluso la sociedad nos paga 100 € para la guardería ¡qué no merecen otras familias! (como si una madre desempleada no necesitara unas horas para buscar trabajo). 

Ese reconocimiento se esfuma cuando hablamos de nuestras tareas maternales. Las madres trabajadoras sentimos más reconocimiento como trabajadoras (aunque no sea en el propio trabajo ni el reconocimiento venga del jefe) que como madres.

Para mí este artículo ha sido clarificador: mi trabajo y mi maternidad son compatibles en la medida en que el trabajo me nutra y me llene del contacto adulto que necesito para dedicarme a mi hija.

Me encantaría saber cómo vives tú la maternidad y el trabajo, ¿me lo cuentas?

lunes, 9 de febrero de 2015

¿Hay alguien ahí?



Estoy de vuelta con menos ideas para escribir sobre productos de puericultura, 
...y más sobre lo difícil de conciliar maternidad y trabajo.
Con menos ganas de mirar las estadísticas,
...y más de soltar pensamientos.
Con menos compromiso de publicar puntualmente,
...y más de sentir cada palabra.

Vuelvo a empezar.